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Compartimos hasta un tercio de las bacterias de la boca con las personas más cercanas
Es algo que se intuía, pero ahora un amplio estudio, que ha analizado muestras de heces y saliva de unas 5.000 personas de 20 países en cinco continentes, revela que las interacciones sociales determinan la composición de la comunidad de microorganismos que habitan en nuestro cuerpo (microbioma), incluso en la boca y en el apartato digestivo. Esta situación podría acarrear trascendentales consecuencias para la salud.
13 Mar 2023
Tal y como se desprende de este estudio, con destacada participación española, dos convivientes comparten el 12% de las cepas de su microbiota intestinal y hasta el 32% de la oral, incluidas bacterias asociadas a problemas como el cáncer, la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. De esta forma, se pondría de manifiesto que algunas enfermedades consideradas históricamente no transmisibles pueden tener un componente contagioso, como reconoce la primera firmante de la investigación, la microbióloga española Mireia Vallès, en declaraciones a El País.
Según se explica en este artículo, una madre comparte con sus hijos pequeños un 34% de las cepas bacterianas de su intestino; dos personas convivientes, un 12%; dos hermanos gemelos que residen en casas diferentes, un 8%; y dos adultos que viven en una misma ciudad, también un 8%. Los microorganismos heredados se van perdiendo tras el parto: es la convivencia la que marca el microbioma.
Estos resultados refuerzan el concepto de que se pueden transmitir microbios potencialmente causantes de enfermedades de unas personas a otras, de manera que las enfermedades no transmisibles podrían ser potencialmente transmisibles a través del microbioma.
El estudio confirma que el microbioma de la boca se transmite de manera diferente al de las profundidades del aparato digestivo. “Por vía oral, el vehículo es la saliva, pero todavía no conocemos el mecanismo específico del intestinal. Podría ser por falta de higiene, por una transmisión fecal-oral que luego llega al intestino, pero no está claro”, declara a El País la microbióloga Mireia Vallès.
El ser humano se compone, fundamentalmente, de bacterias. Se estima que en el cuerpo de una persona hay unos 38 billones de células bacterianas, mientras que se calcula la existencia de unos 30 billones de células humanas.