Con un diente reconstruido, ¿se puede morder con total normalidad?

La reconstrucción dental ha revolucionado la manera en que se restaura la función estética de los dientes dañados o perdidos. Sin embargo, surge la pregunta: ¿puede una persona con un diente reconstruido morder cualquier alimento con total normalidad? La respuesta es sí, aunque con precaución y con algunas consideraciones importantes.

Cuando un diente se reconstruye, ya sea mediante un empaste, una corona o un implante dental, se restaura su forma y su función tanto como sea posible. Esto significa que, en teoría, una persona debería morder y masticar alimentos con el mismo nivel de comodidad y eficacia que antes de la reconstrucción.

La calidad y durabilidad del material utilizado en la reconstrucción dental juegan un papel muy importante. Las coronas dentales de cerámica o porcelana son altamente resistentes y pueden soportar las fuerzas de masticación normales. En cambio, los empastes de composite aunque estéticamente pueden ofrecer muy buenos resultados,  pueden ser más propensos a desgastarse con el tiempo y son menos resistentes a la fractura.. La ventaja de los composites es que, aunque se fracture algún trocito o sean materiales que se desgasten más, són más fáciles de reparar que las restauraciones cerámicas. E

También es importante recordar que, aunque un diente reconstruido puede ser resistente, no es indestructible. Morder objetos duros como nueces, hielo o abrir envases con los dientes puede dañar tanto el diente reconstruido como los dientes naturales circundantes. Además, se recomienda no morder manzanas o bocadillos de forma directa sino, partiendo el bocadillo o la manzana previamente en trozos. En conclusión, una persona con un diente reconstruido puede generalmente morder la mayoría de los alimentos con normalidad, pero, sobretodo si lleva restauraciones de composite o carillas, deberá evitar morder directamente amanzanas o bocadillos y hábitos como morderse las uñas o abrir envases con los dientes.