El color de las encías, reflejo de tu salud

El color de las encías puede ser un gran indicador de problemas de salud. A pesar de que la pigmentación de la piel tiene relación con el color de las encías (provocando que estas sean ligeramente más claras o más oscuras) existen tonalidades que son claramente indicativas de que hay algún problema que debe ser tratado.

Una encía sana de forma natural es de color rosado. Si estas mantienen ese color y no sangran ni adquieren una textura extraña, significa que las encías están sanas.

Las encías de color rojo intenso se dan cuando la gingivitis (inflamación de las encías) ya está presente. Esto tiene lugar como el resultado de la inflamación que se produce en la encía como respuesta al acúmulo de placa que se produce alrededor de los dientes. Incluso aunque el paciente no tenga molestias ni sangrado de encías, esta señal es suficiente para ponernos en mano del profesional ya que, si no se trata a tiempo, puede derivar en una periodontitis (que es cuando además de inflamación se produce destrucción de los tejidos de soporte del diente, pudiendo llegar a producir la pérdida de piezas dentales.

Las encías de color oscuro no tienen por qué ser motivo de alarma. Las personas de raza negra, debido a su mayor presencia en melanina, las tienen de esta manera. Sin embargo, las encías ennegrecidas en personas de otra raza sí son motivo de alerta y normalmente derivan de un consumo excesivo de tabaco.

Cuando las encías adquieren un color grisáceo pueden ser señal de un problema del sistema inmunitario mientras que las manchas blancas en las mismas suelen deberse a la presencia de una infección por candidiasis oral.

En conclusión, podemos afirmar que el color de las encías dice mucho de nuestra salud bucal. Si el color de estas es diferente al rosal coral (su tonalidad natural), debemos prestar atención y acudir a la consulta para que un profesional determine la gravedad (o no) del caso.