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“Lo ideal es que las mujeres acudan a hacerse una revisión bucodental antes de que se produzca la gestación”
24 Nov 2023
Prepararse para un embarazo es crucial para asegurar tanto una buena gestación como un mejor resultado del mismo. Entre estos preparativos importantes no debe descuidarse la salud bucal de la madre, sobre todo sabiendo que la presencia de una enfermedad periodontal puede asociarse con un parto prematuro o un bajo peso al nacer, o que la salud de la cavidad bucal de la gestante sufre importantes amenazas durante este periodo. La periodoncista Ana Molina responde a algunas de las dudas frecuentes sobre salud de la boca y gestación.
¿Por qué debe acudir a la consulta dental una mujer que pretende quedarse embarazada o en el momento de confirmarse el embarazo?
Lo ideal es que las mujeres acudan a hacerse una revisión bucodental antes de que se produzca la gestación, en la etapa de preconcepción, cuando decidan que van a buscar un embarazo. De esta manera, si es preciso realizar cualquier tratamiento odontológico o prueba complementaria de tipo radiográfico, podremos llevarlo a cabo sin ningún tipo de limitación por su estado y nos aseguraremos de que la paciente tenga una adecuada salud bucodental antes de entrar en una etapa tan delicada e importante para el cuerpo de la mujer como es el embarazo.
Al contrario de la opinión popular, ¿el embarazo no es una contraindicación para acudir a la consulta dental?
El embarazo no es, en absoluto, una contraindicación para acudir al dentista; al contrario, es recomendable que la mujer acuda a revisión al menos una vez durante la gestación (idealmente en el segundo trimestre) para monitorizar y mantener su estado de salud oral.
Sin embargo, sí que hay pruebas que deben limitarse, ¿no?
Es aconsejable evitar, en todo lo posible, los exámenes radiográficos durante el embarazo, para eludir que el feto sea expuesto a cualquier tipo de radiación. Sin embargo, se pueden dar circunstancias de urgencia (que requieran que la gestante sea sometida a una prueba radiográfica. En estos casos, se pueden tomar radiografías de forma segura para la madre y el feto, utilizando una protección adecuada que consiste en el empleo de delantal y collarete tiroideo plomados.
Se asocia una mala salud periodontal con complicaciones durante el embarazo, como la preeclampsia, el parto prematuro o el nacimiento de bebés de bajo peso
¿Qué consecuencias puede tener para el embarazo una mala salud de las encías de la embarazada?
Existe evidencia derivada de estudios científicos que asocia una mala salud periodontal con la ocurrencia de complicaciones durante el embarazo como son la preeclampsia (o hipertensión durante el embarazo), el parto prematuro o el nacimiento de bebés de bajo peso. Estas dos últimas son complicaciones relativamente frecuentes del embarazo (aproximadamente afectan a uno de cada diez bebés), que llevan asociadas un rango muy variable de posibles secuelas de diversa gravedad. Su causa, a día de hoy, no está del todo esclarecida, creyéndose que son condiciones multifactoriales, entre cuyos factores de riesgo estaría la presencia en la gestante de infecciones crónicas, como pueden ser las enfermedades periodontales.
Un trastorno habitual en la mujer embarazada es la aparición de la denominada gingivitis gestacional, ¿qué es exactamente?
La gingivitis gestacional es una patología consistente en un aumento de la inflamación gingival durante el embarazo. Es consecuencia de un cambio en los niveles hormonales de la mujer (principalmente un aumento en los niveles de progesterona y estrógenos), que inducen una respuesta inflamatoria exacerbada en los tejidos periodontales. Esto se traduce en un aumento del sangrado gingival y en un cambio en el aspecto de la encía, que se torna más rojiza (eritema) en vez de rosada, y adquiere un aspecto de hinchazón alrededor de los dientes (edema). Para que se produzca esa gingivitis gestacional, los cambios hormonales no son suficientes, y es necesario que haya además cierto acúmulo de placa (bacterias periodontales) preexistente.
Entonces, ¿el embarazo, por sí mismo, no es la causa única de este trastorno?
El embarazo no produce per se la gingivitis, si no que agrava y hace evidente un estado inflamatorio previo de la encía, que podía ser muy leve y haber pasado desapercibido para la mujer. Se estima que esta patología afecta en torno al 38-49% de las embarazadas; sin embargo, se puede prevenir con una adecuada higiene oral, ya que se ha visto que su incidencia es prácticamente nula en aquellas mujeres que tienen un control de placa excelente.
La gingivitis gestacional puede llegar a afectar a 4 de cada 10 de las embarazadas, pero es fácilmente prevenible
¿Qué se puede hacer para disminuir el aumento de inflamación gingival en el embarazo?
Para reducir la inflamación gingival ocasionada por la gingivitis gestacional, debemos llevar a cabo medidas orientadas a controlar el acúmulo de placa, que es el factor desencadenante de la inflamación. Para ello, se hace de la misma manera que tratamos una gingivitis en una paciente no embarazada, ya que todas las medidas preventivas, diagnósticas y terapéuticas que podamos aplicar desde la consulta dental son seguras y efectivas para la embarazada.
Por parte del odontólogo, se darán instrucciones de higiene oral a la paciente para mejorar la eficacia de su cepillado; además, se procederá a eliminar todos los depósitos de placa y cálculo de las superficies dentales. La paciente, por su parte, deberá optimizar su higiene oral, tanto en técnica como en frecuencia, para colaborar con el dentista en la prevención del acúmulo de placa.
Se recomienda monitorizar los resultados de la terapia durante el embarazo y tras a dar luz, para asegurarnos de que devolvemos la salud bucal a la paciente y que este estado se mantiene tras el parto.
También pueden surgir durante el embarazo otros trastornos, que pueden provocar cierta preocupación en la madre. Entre ellos, destacan los granulomas, ¿qué son y cómo se abordan?
Los granulomas gravídicos o épulis del embarazo son tumoraciones benignas que aparecen en la encía durante la gestación. Su aspecto es el de lesiones exofíticas, con forma de pedúnculo (como grandes verrugas de hasta 2 cm), generalmente localizadas en la encía entre los dientes anterosuperiores y de color rojizo. Crecen rápidamente y, al estar formadas por un tejido muy rico en vasos sanguíneos, suelen ser molestas para la paciente, ya que sangran con mucha facilidad ante cualquier roce (masticación, cepillado…) y pueden resultar incluso dolorosas. Afortunadamente, tienen una prevalencia mucho menor que la gingivitis gestacional (afectan a menos del 10% de las embarazadas), y suelen tener un curso autolimitado, desapareciendo total o parcialmente tras el parto al normalizarse los niveles hormonales. Cuando la lesión persiste tras el embarazo, está indicado llevar a cabo su escisión quirúrgica para eliminar la tumoración y, de esta forma, superar las molestias asociadas (sangrado, dolor).
El uso de colutorios antisépticos a base de clorhexidina, cloruro de cetilpiridinio y xilitol es seguro durante el embarazo
Los cambios inmunológicos que conlleva la gestación, ¿afectan también a la salud de las encías?
El embarazo supone un aumento de la susceptibilidad de la gestante a las infecciones, ya que su sistema inmune se adapta para permitir la tolerancia fetal y modifica temporalmente su respuesta inmunológica a nivel sistémico.
Aunque no tenemos evidencia científica específica respecto a cómo estos cambios inmunológicos afectan a la encía, sería lógico pensar que durante el embarazo los tejidos periodontales, como el resto del organismo, también pudieran tener una mayor susceptibilidad frente a la agresión bacteriana que supone el acúmulo de biofilm en las superficies dentales, y que esta mayor susceptibilidad frente a la infección de las bacterias orales fuera la causante de la gingivitis gestacional, aunque, a día de hoy, esto es sólo una hipótesis y nos falta investigación al respecto.
¿Es normal que incluso se produzca sangrado al cepillarse? ¿Ese sangrado es síntoma de que algo no va bien?
Si la embarazada desarrolla gingivitis gestacional, sin duda uno de los primeros signos que va a notar es un aumento en el sangrado al cepillarse los dientes, o incluso al masticar ciertos alimentos duros, como por ejemplo al morder una manzana.
El sangrado gingival debe ser siempre un signo de alerta de que algo no va bien en nuestra boca, pero no sólo en mujeres embarazadas, si no en cualquier paciente independientemente del sexo o la edad. Si detectamos sangrado gingival, es conveniente acudir al odontólogo de inmediato para una correcta valoración periodontal.
El uso de colutorios antisépticos a base de clorhexidina, cloruro de cetilpiridinio y xilitol es seguro durante el embarazo
¿Se pueden usar colutorios en el embarazo?
El uso de colutorios antisépticos a base de clorhexidina, cloruro de cetilpiridinio y xilitol es seguro durante el embarazo, y se pueden prescribir como coadyuvantes a las medidas mecánicas de higiene oral, es decir, al cepillado. Está desaconsejado, sin embargo, el uso de colutorios antimicrobianos que incluyan alcohol o povidona yodada en su composición.
En general, ¿qué medidas preventivas debe adoptar la embarazada para que su boca no sufra con el embarazo?
La principal medida de prevención es llegar al embarazo con una adecuada salud bucodental, es decir, acudir al dentista si es posible antes de la concepción, para llevar a cabo un examen bucodental completo e implementar aquellos tratamientos que nos permitan alcanzar un estado de salud dental y periodontal antes del embarazo.
Posteriormente, durante la gestación, nuestros esfuerzos deben orientarse a mantener el estado de salud, con monitorizaciones frecuentes y regulares por parte del odontólogo y con un adecuado control de placa por parte de la paciente.
Tras el parto, ¿la gingivitis desaparece del todo?
Tras el parto y la normalización de los niveles hormonales de estrógenos y progesterona, es habitual observar una mejoría espontánea en todos los signos y los parámetros clínicos asociados a la gingivitis gestacional. Sin embargo, no en todos los casos la inflamación resuelve por completo; de ser así es aconsejable acudir al dentista para instaurar el tratamiento oportuno que nos permita restaurar la salud inicial de las encías.