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Uso correcto del cepillo de dientes

Cepillarnos los dientes es una tarea que realizamos desde pequeños, por lo que es algo sencillo y a lo que estamos acostumbrados. Sin embargo, existen algunos errores tanto en la forma de guardar el cepillo de dientes como en la técnica del cepillado que deben ser tenidos en cuenta.

05 Dic 2022

Técnica de cepillado

Existen varias técnicas de cepillado. A nivel general la técnica de cepillado que se recomienda es aquella que permite la eliminación del biofilm oral de una forma cómoda, en un tiempo adecuado y sin causar ningún tipo de lesión en los tejidos. No hay una técnica superior al resto y hay que individualizar la técnica a cada caso en función de la destreza del paciente, la presencia o no de prótesis dentales o brackets…

Sin embargo, está claro que el cepillado horizontal y con mucha fuerza puede lesionar la encía y causar incluso retracción de la misma a largo plazo y por eso se desaconseja. Por el contrario,   se aconseja habitualmente la Técnica de Bass, ya que esta permite eliminar las bacterias que se encuentran en el margen gingival, causantes de las enfermedades de las encías. Esta técnica consiste en inclinar el cepillo 45º grados entre diente y encía, de manera que los filamentos estén en contacto con el margen encía-diente y abarquen dos o tres dientes. Una vez ubicado el cepillo en esa posición, conviene hacer movimientos muy pequeños de vibración o circulares con el mango sin presión y sin que los filamentos se lleguen a desplazar de su posición en la encía. En los dientes anteriores, por la cara lingual, se debe realizar con el cepillo colocado verticalmente.

La humedad

Guardar el cepillo en un lugar húmedo no es buena idea. La humedad siempre favorece la aparición y proliferación de bacterias, por lo que guardarlo en un lugar con estas características, será sinónimo de bacterias en nuestra boca cuando nos cepillemos.

Según investigadores de la Universidad de Manchester un cepillo de dientes puede acumular más de 10 millones de bacterias. Además, durante su estudio hallaron un apunte no muy agradable: cada vez que tiramos de la cadena con la tapa abierta, se crean aerosoles que permanecen horas flotando en la estancia, por lo que posiblemente algunas bacterias fecales se adhieran a nuestro cepillo.

Para mantener el cepillo lo más limpio y libre de bacterias posible, lo mejor es enjuagarlo concienzudamente una vez hayamos terminado para eliminar la mayor cantidad de microorganismos posibles. Es mejor hacerlo con agua muy caliente. Después se recomienda dejar el utensilio reposando en remojo en un vaso con enjuague bucal con clorhexidina. Una vez terminado este proceso, secar el cepillo con un poco de papel absorbente y por último secar el cepillo al aire libre sin colocarle ningún capuchón. Para guardarlo es mejor dejarlo secando al aire libre que guardarlo en un armario, ya que tardaría más tiempo en secarse y, durante el proceso, aparecerían las bacterias.