Si me sangran las encías, ¿debo preocuparme?

Seguramente en algún momento te habrá ocurrido que al terminar el cepillado tras lavarte los dientes, aparece sangre entre la espuma y la pasta de dientes. ¿Es esto grave? ¿Debería preocuparme? ¿Qué puedo hacer?

Muchos pacientes piensan que las encías sangran porque son débiles o lo atribuyen a la medicación que toman pero eso es erróneo.  El sangrado de encías está ligado a las enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis); afecciones que surgen cuando se ha depositado placa bacteriana en la superficie de los dientes y alrededor de las encías produciendo su inflamación.  Hay ciertas circunstancias como el embarazo o cambios hormonales durante la adolescencia, que pueden hacer que la encía sea más susceptible a inflamarse ante la presencia de placa y sangre más fácilmente. SIn mabargo, no hay que olvidar que la causa siempre es la placa bacteriana y habrá que acudir a la clínica dental para determinar el tratamiento más adecuado.

A veces, cuando sangran las encías, la tendencia es dejarse de cepillar las zonas que sangran para no dañar las encías más aún pero es todo lo contrario. Como la causa del sangrado es la placa bacteriana, la mejor forma de evitar (e incluso de frenar) este problema es manteniendo una higiene dental de calidad durante el día a día. Es por este motivo por el que hay que asegurarse de que durante el cepillado se recorren todas las zonas y huecos de la boca, haciendo especial hincapié en las zonas más complicadas de acceder sobretodo los espacios interdentales.

Si las encías comienzan a sangrar es importante acudir al dentista para que un profesional identifique la causa y de así la solución al problema.