Cómo prevenir y tratar la periodontitis para mantener una buena salud bucal

La periodontitis es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta los tejidos que sostienen los dientes, como las encías, el hueso alveolar y el ligamento periodontal. Si no se trata adecuadamente, puede provocar la pérdida de dientes y tener un impacto negativo en la salud general. Afortunadamente, es una condición prevenible y tratable si se adoptan medidas adecuadas. En este artículo, exploraremos cómo prevenir y tratar la periodontitis para mantener una buena salud bucal.

¿Qué causa la periodontitis?

La principal causa de la periodontitis es la acumulación de placa bacteriana en los dientes y encías. Esta placa, si no se elimina de manera regular, puede endurecerse y convertirse en sarro, un depósito que solo puede ser eliminado por un profesional dental. Las bacterias presentes en la placa y el sarro irritan las encías, provocando inflamación (gingivitis) que, si progresa, puede conducir a la destrucción de los tejidos de soporte.

Factores como el tabaquismo, una higiene bucal deficiente, enfermedades sistémicas como la diabetes y predisposición genética también aumentan el riesgo de desarrollar periodontitis.

Prevención de la periodontitis

Prevenir la periodontitis requiere una combinación de buenos hábitos de higiene bucal y visitas regulares al dentista. Estas son las principales estrategias de prevención:

1. Cepillado adecuado: Cepíllate los dientes al menos dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves y pasta dental con flúor. Asegúrate de alcanzar todas las superficies de los dientes y la línea de las encías.

2. Uso de hilo dental o cepillos interproximales: Eliminan los restos de comida y la placa entre los dientes y debajo de la línea de las encías diariamente.

3. Visitas regulares al dentista: Acude al dentista al menos dos veces al año para limpiezas profesionales y revisiones. Estas visitas ayudan a detectar y tratar la gingivitis antes de que progrese a periodontitis.

4. Dieta equilibrada: Consumir alimentos ricos en vitaminas y minerales, como frutas y verduras, fortalece el sistema inmunológico y mejora la salud bucal.

5. Evitar el tabaquismo: El tabaco es un factor de riesgo significativo para la periodontitis. Dejar de fumar no solo mejora la salud bucal, sino también la general.

Tratamiento de la periodontitis

Si la periodontitis ya está presente, es fundamental iniciar un tratamiento para detener su progresión y evitar daños mayores. Los tratamientos principales incluyen:

1. Raspado y alisado radicular: Este procedimiento, realizado por un dentista o periodoncista, elimina el sarro y la placa debajo de la línea de las encías y suaviza las superficies radiculares para dificultar la acumulación de bacterias.

2. Terapia antimicrobiana: En algunos casos, se pueden usar enjuagues bucales antimicrobianos o antibióticos locales o sistémicos para controlar la infección.

3. Cirugía periodontal: En casos avanzados, puede ser necesaria una intervención quirúrgica, como la cirugía de colgajo, para limpiar profundamente las bolsas periodontales o un injerto óseo para regenerar el hueso perdido.

4. Mantenimientos periodontales: Una vez acabado el tratamiento, es fundamental acudir a estas visitas de mantenimiento para hacer limpiezas y revisar las encías para evitar las recaídas. después del tratamiento, es crucial mantener un programa de cuidado periodontal con visitas regulares al dentista para evitar recaídas.

Impacto de la periodontitis en la salud general

Estudios han demostrado que la periodontitis no solo afecta la salud bucal, sino también puede estar relacionada con enfermedades sistémicas como enfermedades cardiovasculares, diabetes mal controlada y partos prematuros [1, 2]. Por ello, tratar y prevenir esta enfermedad no solo beneficia tu boca, sino también tu bienestar general.

Conclusión

La periodontitis es una enfermedad seria pero prevenible y tratable. Adoptar buenos hábitos de higiene bucal, visitar al dentista regularmente y abordar los factores de riesgo son las claves para mantener una sonrisa saludable y prevenir complicaciones mayores. Si notas signos como encías inflamadas, sangrado al cepillarte o mal aliento persistente, consulta a tu dentista de inmediato para un diagnóstico y tratamiento oportuno.