CONSEJOS
Que el azúcar no amargue tu salud
Actualmente vivimos en una sociedad en la que hay un abuso en el consumo de azúcar, así como de grasas y sal, convirtiéndolo en un problema de salud pública mundial.
21 Nov 2024
Archivo Cuida tus encías
La diabetes, la obesidad, el riesgo cardiovascular o las caries son sólo algunas de las enfermedades relacionadas directamente con un consumo excesivo de azúcar. Los azúcares son un elemento habitual en cualquier dieta, formando parte de la familia más grande de los edulcorantes.
Son sustancias que se añaden a los alimentos y bebidas para crear la sensación de dulzor pero, al mismo tiempo, también son una fuente esencial de la ingesta energética diaria. Cuando se consumen en exceso son uno de los alimentos más perjudiciales, siendo recomendable que solo el 10% de las calorías ingeridas a diario provengan del azúcar. Dicho de otra manera, si al día se consumen 2.000 calorías, tan sólo 200 tendrían que ser de azúcar (cantidad que equivale a 7 cucharaditas de postre).
Una sociedad “muy dulce”
En los últimos años el consumo mundial de azúcar se ha triplicado, y actualmente sigue aumentando, poniendo en alerta a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha llevado a cabo diferentes iniciativas para reducir el consumo de azúcar en todo el mundo. En España, el problema adquiere mayor relevancia, ya que el consumo medio de azúcares duplica la cantidad recomendada por la OMS.
La diabetes, la obesidad, el riesgo cardiovascular o las caries son sólo algunas de las enfermedades relacionadas directamente con un consumo excesivo de azúcar
Estas medidas se centran principalmente en la ingesta de “azúcares libres”. Estos azúcares están presentes en la mayor parte de los alimentos que consumimos diariamente, como las bebidas energéticas o snacks, ya que son añadidos por fabricantes, cocineros o consumidores a los productos que ingerimos. Los azúcares libres se diferencian de los “azúcares intrínsecos”, que están presentes de manera natural en diferentes alimentos (como frutas o verduras frescas), sobre los que no hay evidencias de efectos adversos para la salud general.
Una de las principales preocupaciones de los organismos como la OMS es la dificultad de los consumidores para identificar aquellos alimentos en los que se encuentra oculto el azúcar que añaden los fabricantes y que se consumen de manera habitual. Pero el contenido de azúcar en los alimentos está descrito en la lista de ingredientes, y no en la información nutricional donde se describe el contenido total de azúcar, incluyendo los que poseen de forma natural.