Las consecuencias de respirar por la boca

La respiración nasal, por la nariz, es clave para el correcto desarrollo de los huesos maxilares, que son aquellos huesos en los que están alojados los dientes. Esto es importante, por que si la respiración por la boca en lugar de ser puntual se alarga en el tiempo entonces pueden aparecer consecuencias o problemas más serios para nuestra salud oral.

Respirar con la boca abierta constantemente provoca que el flujo de saliva en la boca se reduzca, aumentando la propensión a padecer caries, mal aliento y acumulación de bacterias, que puede dar lugar a unas encías más irritadas, además de sentir la boca seca constantemente.

La respiración por la boca también está relacionada con la mordida abierta, el paladar estrecho y la mandíbula retraída. Dicen los expertos que respirar por la boca provoca un cambio en la postura que altera las presiones que ejercen los músculos sobre los maxilares y  los dientes, produciendo cambios en el desarrollo y crecimiento de los mismos, sobretodo en los niños.

¿Cómo detectar si mi hijo/a es respirador bucal?

Estos son algunos síntomas que pueden indicar que tu hijo/a respira por la boca y que deberían alertarte.

• Duerme con la boca abierta.
• Ronca por las noches.
• Tiene ojeras y la zona del pómulo plana.
• Padece otitis, catarros, amigdalitis con mucha frecuencia.
• Durante el día está con la boca abierta la mayor parte del tiempo.
• Deglución atípica, es decir meter la lengua entre los dientes para tragar.
• Tiende a levantar la barbilla y adelantar el cuello para respirar mejor.

Cómo resolver el problema

La respiración por la boca debe ser tratada por otorrinos, logopedas y también por ortodoncistas. . Cuanto antes un ortodoncista revise esa situación, antes podrá ponerle remedios y evitar un desarrollo de los dientes problemático. La ortodoncia fija o los alineadores transparentes pueden ser una buena solución.