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¿Los implantes dentales son para toda la vida?
España es uno de los países europeos en el que se colocan más implantes dentales anualmente. En el mercado se pueden encontrar ofertas que incluso aseguran la colocación de implantes por menos de 300 euros, mientras que el precio de este tratamiento puede superar los mil euros en otros centros odontológicos.
24 Nov 2022
Un implante dental es una pequeña pieza que se introduce en el hueso del maxilar y la mandíbula, actuando como una raíz artificial.
En muchas ocasiones es necesario reemplazar los dientes perdidos, no solo por una cuestión estética, sino también porque su ausencia puede producir pérdida ósea, la inclinación progresiva de los dientes, problemas en el habla y dificultades para comer.
Por ello, aunque su principal función es la de sustituir los dientes naturales que se han perdido, lo cierto es que en odontología los implantes dentales tienen varias funciones:
● Poder volver a comer con normalidad
● Recuperar el aspecto natural de los dientes
● Posibilitar tratamientos ortodóncicos y ortopédicos
¿Son para siempre?
Aunque nos gustaría decir que si no podemos obviar que debes seguir siempre las recomendaciones de tu odontólogo para mantenerlos en buen estado y que duren el mayor tiempo posible.
En este sentido será fundamental seguir una correcta higiene dental y acudir a revisiones de forma periódica cada 6 meses. Esta frecuencia puede cambiar dependiendo de cada caso.
Los implantes dentales están fabricados en materiales biocompatibles, generalmente en titanio, un material que no se oxida ni se desgasta y que además no suele producir alergias por lo que sueleofrecer grandes resultados a largo plazo.
¿Endodoncia o implante dental?
Es posible que hayas escuchado o leído que, tras haber sufrido una infección, lo mejor es extraer el diente y colocar un implante.
No obstante, según las recomendaciones de la Asociación Española de Endodoncia, las únicas contraindicaciones para no salvar el diente original por medio de una endodoncia son que sea imposible restaurarlo, que una fractura impida salvar el diente, que no se pueda acceder a los conductos radiculares debido a calcificaciones o variaciones anatómicas o que el diente no tenga un soporte adecuado de hueso.
Tu odontólogo será en todo caso el que te indique la opción más adecuada en tu caso concreto.